Último dolor

Me gustaría decir que este es el último dolor que me causas y que estas son las últimas palabras que yo te escribo, pero eso sería una gran mentira. Puedo controlar de vez en cuando mis ganas de escribirte, pero tarde o temprano, lo sé perfectamente, terminaré cediendo y te dedicaré uno que otro verso cuando me sonrías, o simplemente cuando te cruces en mi camino. Pero ¿y el dolor? ¿Qué hay del dolor que me hace insignificante para tu corazón? La peor parte de esto, es que más allá de todo mal que me hallas provocado, concervo la esperanza de que te vas a dar cuenta de todo lo malo que provocaste en mi y lo vas a remediar, pero seamos realistas, no es más que una pequeña gota de esperanza.